La Autoridad Portuaria de Valencia ha esquivado el riesgo de colapso a raíz de la entrada en vigor, a partir del 1 de julio, de la exigencia de verificar el peso de la carga de más de 1.500 contenedores diarios. En vista de que, como publicó LAS PROVINCIAS, la inestabilidad política aplazó la traslación de la norma y las administraciones poco han hecho para solventar el problema, el Puerto de Valencia ha optado por buscar su propia solución para cumplir las enmiendas realizadas al convenio internacional Solas.
Según explican a este periódico desde la APV, la Fundación Valenciaport habilitará una red de más de cien básculas de cooperativas agrarias y otras entidades ubicadas en su zona de influencia terrestre, debidamente calibradas y conectadas a un portal que permitirá el envío automático de la información a las navieras y terminales, evitando de ese modo «errores y tiempos de espera».
Para la creación de esta red de básculas en las rutas habituales de transporte de contenedores hacia los puertos de Gandia, Sagunto y Valencia, ha contado con la colaboración de Levantina de Pesaje, la empresa de referencia que realiza la calibración y mantenimiento de pesos industriales de la Comunitat.
El servicio conPESO, que se presentará hoy en la APV, pretende facilitar el cumplimiento de la normativa de verificación de la masa bruta de los contenedores llenos antes de ser embarcados, aprobada por la Organización Marítima Internacional, que empezará a aplicarse en todo el mundo en apenas un mes.
El usuario podrá consultar las básculas disponibles en un mapa y en un listado en el que también encontrará información relevante sobre la localización exacta de la balanza, el precio total del servicio y el horario.
Según subraya Valenciaport, el funcionamiento será «rápido y sencillo»: el cargador dispondrá de un saldo (previo pago electrónico) para realizar las solicitudes de pesaje y el transportista, con el localizador o código de barras de la solicitud de pesaje o de la orden de admisión, podrá ir a la báscula y pesar la carga.
A partir de aquí, el cálculo y el envío de la masa bruta verificada a la naviera y terminal se realizará de forma automática y el cobro se hará descontando el importe directamente del saldo del cargador, que a final de mes recibirá las facturas correspondientes a los pesajes realizados durante ese periodo.